¿Nuestros desplazamientos diarios dañan el planeta?

Guía práctica para movilizarse con inteligencia y sostenibilidad

En ciudades que cada vez son más grandes, donde ya ni el colegio ni el trabajo ni la U quedan a la vuelta de la esquina, nuestros desplazamientos cotidianos se han hecho más largos e inevitables. Si a esto sumamos la cruda realidad de la gran mayoría de urbes latinoamericanas, en las cuales los servicios de transporte público son regulares tirando a malos, podemos entender porque el vehículo particular se ha convertido en ese símbolo de autonomía, independencia y libertad, que tantos anhelan.

 

En algún punto de la vida todos queremos bajarnos del bus y montarnos a una moto o, mejor aún, a un carro que esté disponible para nosotros cuando y donde queramos. Paradójicamente esto es lo que nos tiene a todos metidos en un trancón perpetuo, respirando aire venenoso y viviendo en un planeta en cuenta regresiva.

 

Admitámoslo, nos hemos convertido en vehículo-dependientes. Tanto que sacamos el carro o la moto para hacer una vuelta que fácilmente podríamos hacer a pie. 

 

El impacto de la rutina

Para muchos, el viaje hacia y desde el trabajo dan orden a su rutina diaria. Pero la forma en que elegimos viajar a la oficina, al estudio o incluso al salir de compras, también es una de las decisiones climáticas más importantes que enfrentamos día a día.

 

Según la Agencia Internacional de Energía (IEA), el transporte es responsable del 27% de las emisiones directas de dióxido de carbono a nivel mundial. Tres cuartas partes de estas emisiones corresponden a los vehículos de carretera.

Fuente: https://www.iea.org/ Global CO2 emissions by sector, 2019

 

Movilizarse es absolutamente irremplazable tanto para la sociedad como para la economía. Pero en tiempos de crisis climática ha llegado la hora de repensar la forma en que lo hacemos. Así que vamos a evaluar diferentes opciones, acciones y escenarios.

Conoce la huella de carbono de tus desplazamientos

El primer paso para reducir emisiones es hacerte consciente de la contaminación que generan tus viajes. Estamos convencidos de que en el momento que dimensionas la huella de carbono de tus recorridos cotidianos, tus escapadas de fin de semana, tus viajes de trabajo y tus vacaciones anuales, entiendes que todas esas acciones no son tan inofensivas como pensabas. Existen varias calculadoras en línea que pueden estimar las emisiones de un viaje en función del modo de transporte y su frecuencia. La calculadora de huella de carbono para el transporte desarrollada por la Organización Terra es una de las herramientas más sencillas que hemos encontrado en la web. Sé valiente y úsala.

 

Distancias cortas con cero emisiones

Parece un mal chiste pero es anécdota. Muchos propietarios de vehículo particular usan el carro hasta para ir a la tienda del barrio. En Inglaterra, por ejemplo, alrededor del 60% de los viajes de 1 a 2 millas se realizan en automóvil. No tiene sentido encender un motor para hacer un recorrido que perfectamente podrías hacer a pie o en bicicleta. Así que nada de pereza, si puedes caminar no hay nada que pensar.

 

> ¿Llevas mucho tiempo pensando en cómo librarte del trancón? Comienza con una bici eléctrica, solo encontrarás beneficios.

La bicicleta te puede llevar lejos

La bici no solo es un medio de transporte para desplazamientos cortos. El ciclismo también es una opción viable para viajes urbanos de larga distancia. Las bicicletas eléctricas y las redes de ciclorutas están comenzando a cambiar lo que es posible en términos de distancia de viaje. Lo mismo pasa con las scooters eléctricas que cada día vemos con más frecuencia en nuestra calles y que contrario a lo que muchos piensan sí suben lomas, lo importante es elegir la potencia correcta. Una bicicleta eléctrica o una scooter son medios perfectos para iniciarse en el mundo de la movilidad consciente, atrévete a conocer los modelos que tenemos en obikes, el único riesgo es que te enamores y cambies tu vida.

 

El transporte público siempre es una buena idea

Mientras más personas viajen en un vehículo, menor será la huella de carbono de cada una. Por esta simple pero poderosísima razón, el transporte público (buses, metro, cables y buses articulados) casi siempre es mejor que usar un carro particular.

 

Mucho ojo con los viajes largos

Los recorridos cotidianos dentro de la ciudad son una cosa, pero ¿qué pasa cuándo salimos de paseo? ¿Cómo podemos viajar con inteligencia y sostenibilidad? Tenemos varias opciones, la primera es usar el bus, sí, el Rapido Ochoa o Expreso Bolivariano de toda la vida, esta es una opción de menor emisión, debido a la cantidad de personas que hacen el viaje juntas. 

 

Los trenes son otra alternativa ideal, más si son eléctricos, infortunadamente en nuestro país el ferrocarril murió hace muchos años y aunque con cierta frecuencia anuncian proyectos para resucitarlo, aún estamos lejos de que eso suceda. Pero en tus viajes en el exterior elige los desplazamientos en tren, por lo general son recorridos bellísimos con cierto aire retro futurista y menor impacto para nuestro adolorido planeta. 

 

También tenemos la posibilidad de viajar en carro, un road trip siempre puede ser muy divertido e interesante. Aunque los automóviles tienen mayores emisiones que los trenes y los buses intermunicipales, siguen siendo una mejor opción que volar, especialmente cuando se viaja con varias personas en el carro. Reemplazar los vuelos cortos con un viaje en automóvil es más amigable con el medio ambiente, porque en el despegue y el aterrizaje se usa más combustible que cuando la nave viaja a una velocidad constante. Para el caso específico de los vuelos más cortos, estos representan una mayor proporción del viaje.

En 2018, la industria de la aviación sola produjo el 2.4% de las emisiones globales de CO2. ¡Esto es cuatro veces las emisiones de Colombia! Sin duda los aviones son el medio de transporte más contaminante, pero cuando volar es la única alternativa posible existen algunos tips para reducir la huella de carbono (aunque las emisiones varían mucho entre aerolíneas). En general, tomar grandes aviones comerciales con capacidad para más personas, representa menos emisiones de carbono por persona. Al igual que con otros métodos de transporte, viajar en un avión con cupo completo también ayuda a reducir las emisiones. Y bueno… qué decir de los jets privados… con el perdón de estrellas, magnates y royals, esta es una pésima elección desde el punto de vista ambiental.

En carro hasta el fin

Desprenderse del vehículo particular es un sacrificio que no vamos a pedirle a nadie. El compromiso con el cambio no tiene porque ser cuestión de extremos, por eso creemos que no es necesario desechar el carro sino aprender a usarlo mejor.

Podemos comenzar con algo sencillo como compartir el carro, esto no sólo significa ahorrar combustible, sino también reducir la congestión en las vías y el impacto sobre el planeta.

 

  • Elegir el modelo más eficiente en consumo de combustible puede marcar una gran diferencia. Las emisiones del transporte continúan aumentando en todo el mundo debido al creciente interés por los SUV en lugar de vehículos más pequeños. Hace una década, los SUV representaban el 17 % de las ventas mundiales anuales de automóviles, pero ahora representan el 39 %. Según la Agencia Internacional de Energía, esta demanda de automóviles más grandes fue el segundo mayor contribuyente al aumento de las emisiones globales de CO2 entre 2010 y 2018.

 

  • Conducir de manera ecológica es posible si le bajas al acelerador y utilizar mejor los frenos. Todo es cuestión de ser suave con los impulsos, frenar pronto y de forma más suave cuando necesites reducir la velocidad o detenerse. Y a la hora acelerar, presionar suavemente el pedal del acelerador para hacerlo más progresivo. De esta manera, además de reducir la cantidad de CO2 que emite tu carro, puedes conseguir un ahorro de combustible considerable.

 

  • Hace solo unos días el Congreso de la República aprobó el proyecto con el que se logró el cambio en los límites de velocidad al interior de las ciudades. Prepárate porque en pocos meses el límite de velocidad permitido en todas las ciudades colombianas será de 50 kilómetros por hora. Esto supondrá un cambio radical para muchos conductores acostumbrados a ir por la vía como si fuera una pista de F1. El proyecto busca reducir la mortalidad por accidentes de tránsito pero también tiene un trasfondo ecológico interesante porque cuando manejamos a velocidad moderada se reduce el consumo de combustible y en consecuencia la emisión de CO2 y otras sustancias. Según estudios, 10 km/h menos reducen las emisiones de CO2 en un 12,5% en 500 km.

 

  • Mantén tu carro como un ‘uvita’. Un vehículo eficiente consume menos combustible, cambia el aceite de motor con la frecuencia recomendada, haz mantenimiento a los filtros de aire, aceite y gasolina, y revisa con frecuencia la presión de los neumáticos, el uso de neumáticos poco inflados aumenta el consumo de combustible y las emisiones del tubo de escape.

 

  • Limita el uso del aire acondicionado o la calefacción, estas funciones consumen mucha energía.

 

  • Apaga el motor cuando te detengas, tal vez suene demasiado obvio pero en el día a día vemos como muchos conductores permanecen con el vehículo encendido mientras esperan a alguien. No te quedes echando humo sin sentido, si estás parado más de 30 segundos, apaga el motor.

 

  • Infórmate sobre los vehículos eléctricos y ve pensando en que a mediano plazo tendremos una transición. Seguramente esto no va a pasar el próximo año, pero hacia allá vamos. Los vehículos eléctricos, tanto los carros como las motos, ya no son una rareza sino una tendencia en alza. En Oasis estamos totalmente empeliculados con la transición energética, sabemos que para allá va el mundo, y por eso nos hemos dedicado a preparar las ciudades con equipamiento. Hoy podemos decir con mucho orgullo que tenemos la red de estaciones de carga más grande de Colombia, con 46 estaciones en 7 ciudades. 

 

 

Sabemos que tomar medidas para reducir las emisiones de tu transporte diario puede ser complicado a nivel individual, por eso antes de ponernos a echar cantaleta y promulgar medidas extremas, buscamos darte ideas para actuar mejor. Eliminar uno o dos viajes semanales, usar la bici entre semana, caminar más o tomar el transporte público para ir al centro de la ciudad son acciones pequeñas que pueden marcar la diferencia. Si ponemos nuestro granito de arena, es posible que algún día vivamos en las ciudades verdes y saludables con las que muchos de nosotros soñamos.

 

 

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