Durante toda nuestra existencia como organización desde hace poco mas de 4 años, en términos de implementación de estaciones de carga para carros y motos eléctricas, estaciones de bicicletas eléctricas y convencionales, ciclorutas, parqueaderos de bicicletas, nuevas estaciones para transporte público y en general todo lo que dependa de la masa critica de usuarios para ser tomado enserio e implementado en nuestras ciudades, hemos escuchado la frase que cuestiona “¿qué es primero, el huevo o la gallina?”. Esta trillada frase hace alusión a la dificultad que tiene el sector publico de implementar infraestructura para propósitos que la ciudadanía o el pueblo aun no estan demandando, y queda siempre relegada la inversión para proyectos que no son convencionales para la opinión publica o de uso común de este mismo público cuando no se tiene un entendimiento global de las tendencias en transporte limpio y accesible.
Infraestructura, cómoda, segura y original.
Desde hace 4 años nosotros venimos respondiendo coherentemente que debe ser primero la infraestructura como instrumento para generar cultura ciudadana. Es imposible para una institución promover algún tipo de practica sostenible cuando no brinda el medio propicio para realizar el cambio. Es imposible para una empresa pedir a sus colaboradores que usen medios de transporte sostenible cuando no se cuenta con parqueadero de bicicletas digno, acceso o incentivos para el uso de transporte público, disponibilidad de cargadores para carros y motos eléctricas. No es coherente que una ciudad siga invirtiendo en formas de transporte insostenible como el uso particular de carros con motores de combustión interna, y no solo no es coherente sino inviable que el trasporte público este desarticulado, no tenga cobertura total de la ciudad y siga siendo relegado en las inversiones de la ciudad.
La consciencia y acción individual es más importante.
Es importante también entender que el sector publico no puede dinamizar todo el ecosistema cuando la mayor concentración de recursos y capacidad de generar impacto proviene del sector privado. Es aquí donde podemos generar grandes avances por que no necesitamos de voluntades políticas o gestiones paquidérmicas. También es importante entender que la solución o el camino para llegar a tener una ciudad que goza de una movilidad sostenible es la conciencia individual de cada ciudadano que piensa antes de actuar, que escoge el medio de transporte en función del impacto social y ambiental sobre el impacto particular. El ejemplo es la mejor forma de generar conciencia colectiva y el sector privado puede aportar enormemente a la transformación de la ciudad a través de la movilidad más limpia, más eficiente y más incluyente.